viernes, 11 de octubre de 2013

Mi dimisión tendrá que esperar...

Buenos días.
De un tiempo a esta parte, escucho y leo cada día la palabra "dimisión" en mi entorno, siento en la calle la apatía por los políticos, sufro la tecnocracia en primera persona y veo la desvergüenza de aquellos que se aprovechan de un cargo para dañar, más si cabe, nuestro presente y nuestro futuro.
Veo mucho "montaje original" en las redes sociales, mucho "me gusta", pero aquí no pasa nada; solo retrocedemos cada día 40 años...
Me planteo cada día la pregunta "¿porqué sigues creyendo y participando de la política Regina?". Pongo en la balanza lo que me aporta y lo que aporto de mi vida y, sinceramente, esta totalmente des compensada. Así que, ¿que sentido tiene seguir si la gente de a pie no valora en absoluto esa dedicación?
Hoy es uno de esos días en que mi carta de dimisión estaba en un documento de word, lista para ser enviada... Pero un mail ha hecho que me lo replantee. Un correo escrito por una persona (que dista mucho de ser tachada de conservadora) en el que me planteaba que, desde el ayuntamiento, hiciésemos unas cartas a los reyes magos para que en la escuela pudiesen los niños rellenarlas.
Es decir, que vemos como "normal" introducir elementos propios de una religión concreta (la catolica) en un colegio público y laico, donde habrá niños católicos, induistas, musulmanes, ateos...
Así que "apaga y vámonos" si nos estiramos de los pelos después del "Cuéntame" al que nos ha sometido la Ley Wert, para luego fomentar la misma ideología nosotros mismos. Cuán mal estaremos  para no pararnos a pensar en ello antes de proponer dicha campaña.
Así qué NO, hoy no puedo dimitir. Tengo que decir NO a esa campaña y SI, para eso estoy en política; para tomar estas decisiones que nos afectan a todos y que alguien tendrá que pararse a pensar. Mi dimisión tendrá que esperar...

domingo, 6 de octubre de 2013

El "Efecto Susana" y la maestría de saber cuando ha llegado el momento de tu sucesión.

De un tiempo a esta parte, los socialistas y los ciudadanos en general respiramos un poquito de aire fresco proveniente del sur. Se nota en la prensa, en la televisión, en los debates, en la calle, ... Vienen y se necesitan nuevos tiempos. La gente necesita una regeneración, que la gente de progreso (que son la mayoría) se reinventen y se adecuen al siglo XXI, a los problemas actuales y a construir los cimientos de un futuro mejor. Eso requiere, entre otras cosas, de caras nuevas, caras frescas que hagan que nos podamos sentir identificados con ellos, que sean el reflejo de lo que deseamos para nuestra sociedad.

De un tiempo a esta parte, ese aire tiene nombre, Susana Diaz. La conozco poco, muy poco y venia con la aureola de ser la delfín del Presidente Griñan (para bien y para mal). Pero ha tardado menos aun en ganarse nuestro respeto, con la valentía de sus discursos, su aire desenfadado y su arrojo para tocar ciertos temas "tabú" como el del independentismo catalán. Se podrá estar mas de acuerdo o menos, pero llama a las cosas por su nombre y no es "políticamente correcta".

Y, si tenemos la dicha de hablar de ella, es porque Griñan se dio cuenta que sus dias en Andalucía había acabado y que "la hija debía matar al padre". Le honra ese hecho. No es fácil pensar que, por bueno que hayas sido, no es tu momento.

Hay muchos delfines varados esperando que los "Griñan de turno" reflexionen y den el paso. Las encuestas demuestran que se necesita que lo den, desesperadamente!