Buenos días.
De un tiempo a esta parte, escucho y leo cada día la palabra "dimisión" en mi entorno, siento en la calle la apatía por los políticos, sufro la tecnocracia en primera persona y veo la desvergüenza de aquellos que se aprovechan de un cargo para dañar, más si cabe, nuestro presente y nuestro futuro.
De un tiempo a esta parte, escucho y leo cada día la palabra "dimisión" en mi entorno, siento en la calle la apatía por los políticos, sufro la tecnocracia en primera persona y veo la desvergüenza de aquellos que se aprovechan de un cargo para dañar, más si cabe, nuestro presente y nuestro futuro.
Veo mucho "montaje original" en las redes sociales, mucho "me gusta", pero aquí no pasa nada; solo retrocedemos cada día 40 años...
Me planteo cada día la pregunta "¿porqué sigues creyendo y participando de la política Regina?". Pongo en la balanza lo que me aporta y lo que aporto de mi vida y, sinceramente, esta totalmente des compensada. Así que, ¿que sentido tiene seguir si la gente de a pie no valora en absoluto esa dedicación?
Hoy es uno de esos días en que mi carta de dimisión estaba en un documento de word, lista para ser enviada... Pero un mail ha hecho que me lo replantee. Un correo escrito por una persona (que dista mucho de ser tachada de conservadora) en el que me planteaba que, desde el ayuntamiento, hiciésemos unas cartas a los reyes magos para que en la escuela pudiesen los niños rellenarlas.
Es decir, que vemos como "normal" introducir elementos propios de una religión concreta (la catolica) en un colegio público y laico, donde habrá niños católicos, induistas, musulmanes, ateos...
Así que "apaga y vámonos" si nos estiramos de los pelos después del "Cuéntame" al que nos ha sometido la Ley Wert, para luego fomentar la misma ideología nosotros mismos. Cuán mal estaremos para no pararnos a pensar en ello antes de proponer dicha campaña.
Así qué NO, hoy no puedo dimitir. Tengo que decir NO a esa campaña y SI, para eso estoy en política; para tomar estas decisiones que nos afectan a todos y que alguien tendrá que pararse a pensar. Mi dimisión tendrá que esperar...
Me planteo cada día la pregunta "¿porqué sigues creyendo y participando de la política Regina?". Pongo en la balanza lo que me aporta y lo que aporto de mi vida y, sinceramente, esta totalmente des compensada. Así que, ¿que sentido tiene seguir si la gente de a pie no valora en absoluto esa dedicación?
Hoy es uno de esos días en que mi carta de dimisión estaba en un documento de word, lista para ser enviada... Pero un mail ha hecho que me lo replantee. Un correo escrito por una persona (que dista mucho de ser tachada de conservadora) en el que me planteaba que, desde el ayuntamiento, hiciésemos unas cartas a los reyes magos para que en la escuela pudiesen los niños rellenarlas.
Es decir, que vemos como "normal" introducir elementos propios de una religión concreta (la catolica) en un colegio público y laico, donde habrá niños católicos, induistas, musulmanes, ateos...
Así que "apaga y vámonos" si nos estiramos de los pelos después del "Cuéntame" al que nos ha sometido la Ley Wert, para luego fomentar la misma ideología nosotros mismos. Cuán mal estaremos para no pararnos a pensar en ello antes de proponer dicha campaña.
Así qué NO, hoy no puedo dimitir. Tengo que decir NO a esa campaña y SI, para eso estoy en política; para tomar estas decisiones que nos afectan a todos y que alguien tendrá que pararse a pensar. Mi dimisión tendrá que esperar...