Llamo Fabrazo al robo, a la tomadura de pelo del Sr. Fabra y
la Sra. Maritina a los municipios rurales y agricultores valencianos. Llamo
Frabrazo a la mentira y manipulación en la distribución de fondos europeos que
iban destinados a promover la economia rural y acabaron, como todo lo que
tocan, en favor de “apaños”. 128 millones de euros. Una estafa para comprar favores a otros colectivos como
Amas de casa, Asociaciones taurinas, parroquias o encargos faraónicos a
amiguetes de partido.
Y es que una lee los detalles de la “operación” y no puede
dejar de indignarse con la premeditación y alevosía con la que fueron
ejecutados. Fechas de informes escritos a mano, contenido del plan distinto al
del índice, modificaciones de proyectos nunca justificadas, inspecciones
amañadas, personal técnico con “instrucciones”, cuatro ceses de las personas
encargadas de las millonarias subvenciones, represalias a la funcionaria de
destapo el “pastel”... y, finalmente una subvención millonaria (1,4 millones de
euros) al 100% para la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que
resulto finalmente ligada familiarmente a la ex Consellera. Curioso, ¿verdad?
Desde luego, de confirmarse esta información que esta en
posesión de la Fiscalia de Valencia,
deben dimitir en cadena todos los cargos públicos ligados a tales
hechos, empezando por el President Fabra. No podemos consentir que, estando
la agricultura y la economia rural en las fatídicas condiciones en las que se
encuentra, se les falte al respeto de esa manera. Es bochornoso que se repartan
nuestro dinero comprando favores y silencios. Comprar ordenadores a las
parroquias y dar un portazo al agricultor y al emprendedor rural es un insulto
a los valencianos.
Y yo me pregunto: ¿Hasta cuando vamos a tener que soportar
estas cacicadas? ¿Pueden hacer este saqueo a nuestros pueblos y a la propia
Europa (que aporta el dinero) y quedar impunes jurídica y políticamente? Porque
si la respuesta es SI, apaga y vámonos!